El Rio Bellós: el gran protagonista


El Cañon de Añisclo es sin duda uno de los parajes mas bellos de este territorio. Se puede disfrutar de el sin bajarse del vehículo particular. Es pues un buena excursión para aquellos que os gusta caminar poco o nada. O ideal para hacerla en un día lluvioso cuando el andar no se hace muy agradable.


Desde Ochardinet d’a Formiga tomaremos dirección L’Ainsa para a continuación tomar dirección norte, hacia Bielsa y Francia. Pasaremos por los pequeños nucleos de Labuerda y Escalona para seguidamente, en la rotonda, girar hacía la izquierda para seguir las indicaciones que nos llevarán cerca de Puyarruego, por la pequeña carretera que se adentra en el fabuloso paisaje del Cañon de Añisclo. Aquí el agua, las rocas, las altas paredes, el bosque y el ruido tranquilizante del rio Bellós se adueñan de nuestros sentidos, solo podemos dejarnos llevar por la belleza abrupta del lugar.

En invierno las hojas caídas de los arboles nos despejarán la vista del rio de aguas bravas e impolutas. El murmullo casi ruidoso del agua en primavera se oye por todas partes y las hojas tiernas de los arboles se apoderarán de nosotros. En las tardes de verano el lugar se convierte en un sombrío y fresco paraje donde escapar de los poderosos rayos de sol. Y en otoño… un rincón mágico donde se juntan todas las sensaciones de todos los días del año.

Un Paisaje maravilloso
Si este es un paisaje maravilloso desde el vehículo, imagínate pues paseándote por él… cruzar el puente románico sobre aguas salvajes. Descubrir el rincón de San Úrbez, tocar el río, acercarse a sus infinitas paredes. Disfrutar de los lugares de la Ripareta o de Fuenblanca… Realmente hay que vivirlo con todos los sentidos.
Fotografías: Ferran Guàrdia